La antigüedad en los seguros de salud es algo que tiene mucho valor, ya que de ella dependen como serán tratados estos dos conceptos:
Las Preexistencias: Se trata de aquellas lesiones o tratamientos que venían siendo soportados por nuestra aseguradora, y que a la hora de cambiar de compañía es muy importante que averigüemos si se nos seguirán cubriendo.
Las aseguradoras pueden tratar estas preexistencias de tres formas:
- Dándoles cobertura si la preexistencia no es muy significativa.
- Dándoles cobertura aumentando el precio de la póliza.
- No dándoles cobertura aplicándoles una cláusula de exclusión.
Es un tema sumamente delicado que debe tenerse en cuenta a la hora de plantearse un cambio de aseguradora. Si la nueva aseguradora no nos cubre alguna preexistencia, debemos replantearnos la conveniencia de quedarnos donde estamos.
Las Carencias: Son los periodos durante los cuales las coberturas de la póliza no serán plenamente eficaces.
Por lo general al cambiarse de compañía sin haber estado ningún mes sin cobertura, la nueva aseguradora reconoce esa antigüedad y elimina casi todos esos periodos de carencia.